El excremento viaja por las cunetas

Por: JunquitoSite

No se necesita de la psiquiatría para saber que la salud es vulnerable a la insalubridad y falta de control en los servicios.

Una vez que el gobierno permite las invasiones por aquello de los votos, una vez que la población crece y demanda viviendas en la parroquia, debe existir responsabilidad del gobierno municipal para garantizar los servicios de manera que no colapse o se deteriore la calidad de vida en los habitantes de El Junquito.

Es difícil comprender el por qué las aguas servidas concluyen en las cunetas de la carretera, esta realidad es una cultura vieja que trasciende a este gobierno, pero no debemos tampoco dejar de reconocer que se ha acentuado en estos últimos doce años a raíz de las invasiones, proceso promocionado por una suerte de ocupación de tierras ociosas que está acabando con las áreas verdes y los pulmones de la ciudad. ¿Cómo se puede pensar que una tierra es ociosa?

Es impactante ver como a lo largo de los kilómetros de la carretera que conduce hacia El Junquito las tuberías plásticas de tres y cuatro pulgadas drenando las aguas servidas hacia la carretera. Ahora en época de lluvias se mezclan las aguas con la basura aumentando los riegos de epidemias.

Las construcciones recientes de la Yaguara y del kilometro cuatro suman sus desechos biológicos a la vía pública, sin ninguna consciencia por los daños a la salud de los habitantes, durante años los gobiernos Municipales se han mantenido apáticos por establecer orden en el asunto, situación que viene generando proliferación de sancudos y enfermedades que habían sido controladas en el pasado. ¿Por qué siendo El Junquito una parroquia turística tiene tantas aguas negras rodando por las cunetas? ¿Por qué el gobierno permite que los ranchos sigan lanzando los excrementos humanos a la calle?