Por: JunquitoSite
Cuando nos preguntamos: ¿Por qué el fracaso del Sistema Educativo Venezolano? Debe comenzarse por entender que cada nivel educativo requiere de superar etapas.
En Preescolar el niño es toda una esponja, que busca la sociabilización y el compartir.
En Primaria el niño aprende jugando, y sus procesos se hacen en un ambiente comprensivo, recibe toda la atención llegando hacerse individualizada la enseñanza. Un docente tiene de 30 a 35 pequeños por aula y convive con ellos todos los días de clases, formando hábitos y desarrollando proyectos acordes al gusto e interés de los estudiantes. Sin embargo se descuida la lectoescritura, las operaciones abstractas (lenguaje matemático) y los conceptos básicos de geografía e historia, aún así son promovidos al Bachillerato para el maestro evitar todo un procedimiento administrativo.
En Secundaria, el niño se trasforma en adolescente, este simple hecho cambia desde las estrategias hasta el método de enseñanza, el proceso se realiza en función de la disposición al aprendizaje que posea el estudiante. El docente tiene una carga horaria de acuerdo a la especialidad, en ocasiones tiene que impartir desde tres cursos de 30 estudiantes como es el caso del área de Comercio, hasta un máximo de 12 cursos de 30 estudiantes como es el caso de Matemática, llegando a tener 360 alumnos semanales. Estos muchachos deberán adecuarse a los 12 profesores.
La responsabilidad es compartida el alumno debería asistir y cumplir con sus deberes escolares. Los padres deberían estar conscientes que el Liceo no es deposito de adolescentes, que son ellos quienes deben velar porque a sus hijos no le falten recursos. El Estado debería dotar de una infraestructura adecuada, de un buen ambiente de trabajo, y de mejorar los sueldos de los profesionales de la enseñanza que no llega alcanzar la cesta básica.
Pero es el docente, quien debe nivelar a esta juventud en las competencias académicas necesarias, justificar las ausencias en el aula, sub-evaluar objetivos y contenidos, y si las estadísticas de aprobados son bajas, entonces significa: “que el profesor no llega, no tiene pedagogía”, a pesar del hecho que el estudiante no asiste a clase, y esta totalmente desentendido del proceso enseñanza-aprendizaje, entonces, la culpa es del docente…
En Preescolar el niño es toda una esponja, que busca la sociabilización y el compartir.
En Primaria el niño aprende jugando, y sus procesos se hacen en un ambiente comprensivo, recibe toda la atención llegando hacerse individualizada la enseñanza. Un docente tiene de 30 a 35 pequeños por aula y convive con ellos todos los días de clases, formando hábitos y desarrollando proyectos acordes al gusto e interés de los estudiantes. Sin embargo se descuida la lectoescritura, las operaciones abstractas (lenguaje matemático) y los conceptos básicos de geografía e historia, aún así son promovidos al Bachillerato para el maestro evitar todo un procedimiento administrativo.
En Secundaria, el niño se trasforma en adolescente, este simple hecho cambia desde las estrategias hasta el método de enseñanza, el proceso se realiza en función de la disposición al aprendizaje que posea el estudiante. El docente tiene una carga horaria de acuerdo a la especialidad, en ocasiones tiene que impartir desde tres cursos de 30 estudiantes como es el caso del área de Comercio, hasta un máximo de 12 cursos de 30 estudiantes como es el caso de Matemática, llegando a tener 360 alumnos semanales. Estos muchachos deberán adecuarse a los 12 profesores.
La responsabilidad es compartida el alumno debería asistir y cumplir con sus deberes escolares. Los padres deberían estar conscientes que el Liceo no es deposito de adolescentes, que son ellos quienes deben velar porque a sus hijos no le falten recursos. El Estado debería dotar de una infraestructura adecuada, de un buen ambiente de trabajo, y de mejorar los sueldos de los profesionales de la enseñanza que no llega alcanzar la cesta básica.
Pero es el docente, quien debe nivelar a esta juventud en las competencias académicas necesarias, justificar las ausencias en el aula, sub-evaluar objetivos y contenidos, y si las estadísticas de aprobados son bajas, entonces significa: “que el profesor no llega, no tiene pedagogía”, a pesar del hecho que el estudiante no asiste a clase, y esta totalmente desentendido del proceso enseñanza-aprendizaje, entonces, la culpa es del docente…
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