Se puede predecir fácilmente que con un poco de organización y disciplina, el tráfico en la autopista Francisco Fajardo podría mejorar notablemente, si las autoridades de VIVEX y tránsito terrestre controlaran y restringieran la circulación de gandolas en horas picos.
Cada mañana la anarquía vehicular comienza con los camiones circulando por todos los canales, y lo que es peor aun, sin el mínimo control de velocidad, también contribuyen los motorizados quienes en medio del caos que representa el trafico, viajan a gran velocidad en los pasillos que se forman entre los vehículos estacionados en los diferentes canales por las trancas.
Trasladarse por la autopista se ha convertidos en una odisea por la gran cantidad de camiones y motorizados, mas peligroso aun resulta intentar cambiarse de canal, cuando de pronto aparecen como enjambre de abejas motos de todas la cilindradas viajando a gran velocidad entre los vehículos, y el mas mínimo error genera los acostumbrados recordatorios de las madres de choferes, quienes en busca de protección mantienen los vidrios arriba.
Existía una restricción de carga pesada, principalmente en las horas picos de la mañana, donde gandolas y camiones esperaban aparcados en el hombrillo para reiniciar la marcha después de las 9:00 de la mañana, esto se apreciaba al final de la autopista Caracas-Guarenas, en la carretera vieja de los Teques, bajada de Tazón y carretera Panamericana. También existían ciertas restricciones para la circulación de motos en las autopistas que generaban un clima de seguridad y mejoraban la circulación automotor.
En los tiempos en que vivimos, mal llamados de revolución ¿Quién le pone el cascabel al gato? Para que otra vez la autopista vuelva a ser un medio rápido, seguro y los venezolanos no tengamos que sentir esta “SENSACION DE INSEGURIDAD”
Cada mañana la anarquía vehicular comienza con los camiones circulando por todos los canales, y lo que es peor aun, sin el mínimo control de velocidad, también contribuyen los motorizados quienes en medio del caos que representa el trafico, viajan a gran velocidad en los pasillos que se forman entre los vehículos estacionados en los diferentes canales por las trancas.
Trasladarse por la autopista se ha convertidos en una odisea por la gran cantidad de camiones y motorizados, mas peligroso aun resulta intentar cambiarse de canal, cuando de pronto aparecen como enjambre de abejas motos de todas la cilindradas viajando a gran velocidad entre los vehículos, y el mas mínimo error genera los acostumbrados recordatorios de las madres de choferes, quienes en busca de protección mantienen los vidrios arriba.
Existía una restricción de carga pesada, principalmente en las horas picos de la mañana, donde gandolas y camiones esperaban aparcados en el hombrillo para reiniciar la marcha después de las 9:00 de la mañana, esto se apreciaba al final de la autopista Caracas-Guarenas, en la carretera vieja de los Teques, bajada de Tazón y carretera Panamericana. También existían ciertas restricciones para la circulación de motos en las autopistas que generaban un clima de seguridad y mejoraban la circulación automotor.
En los tiempos en que vivimos, mal llamados de revolución ¿Quién le pone el cascabel al gato? Para que otra vez la autopista vuelva a ser un medio rápido, seguro y los venezolanos no tengamos que sentir esta “SENSACION DE INSEGURIDAD”
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