jueves, 2 de julio de 2009
Jaime Bayly
Jaime Bayly analiza la situación política de Honduras y la ingerencia externa de los gobiernos afectos al socialismo.
Manuel Zelaya pretende regresar a su país desconociendo al mandato de los poderes y del ejercito, y en una frontal posición de reto pretende imponerse en el poder, pinsa que acompañado con el secretario general de la OEA lograra su voluntad.
El asunto político de Honduras no debería ser competencia del gorila venezolano, pero sabemos que el grupete comunistoide que los acompañan lo que pretenden es atornillarse en el poder con el cuento de la izquierda trasnochada, que también es mentira, porque simplemente son fascistas de oficio.
En verdad toda esa situación la provoco el mismisimo Zelaya cuando irrespeto la constitución de ese país y si observamos detalladamente no hubo golpe de estado, en verdad los poderes constituidos llamaron a cumplir con la constitución vigente.
En Honduras, Zelaya intento repetir el guión que se dio en Caracas con Chávez, pero no le resulto, él pensó que lo iban a reponer en el poder a los días, cosa que dudo que ocurra. El asunto es que los militares actuaron en concordancia con el Congreso y el Tribunal Supremo, nunca apareció militar alguno, llamando a la rebelión o encadenando medios.
Esas recetas que aplica del modelo cubano, son predecibles y eso los llevará a quienes se hacen llamar "progresistas" al fracaso, al intentar imponer un modelo político socialista en contra de los pueblos.
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