Por: JunquitoSite
Con las neveras vacías los venezolanos “no vamos pal baile”, si así es el socialismo de novios como será de casados.
Debemos recordar que nuestro Estado no pertenece al grupo de los Tres, tampoco está en la Comunidad Andina de Naciones, ni mucho menos está integrado al Merco-Sur. Estas integraciones de países le garantizaban a Venezuela intercambio comercial, con el pago mínimo de aranceles, política que cambio con el actual gobierno venezolano.
Visitar las instalaciones de Makro la Yaguara resulta preocupante, porque en los últimos días ha mostrado vacios sus pasillos y anaqueles, generalmente cuando entramos a la comercializadora llevamos en mente un conjunto de productos que deseamos adquirir como parte de la dieta básica, pero si esa compra resulta infructuosa, se genera la gran preocupación, pasear por otros supermercados para intentar complementar la compra.
Pararse y observar el pasillo central, donde generalmente se agrupan paletas y bultos de mercancías desde el suelo, solo muestra a la vista el gran desabastecimiento que se intensifica con el paso de los días.
En el recorrido se puede cotejar que no aparece una lista de productos básicos como son: azúcar, leche, harina de maíz, café, aceite, margarina. Lo mismo ocurre si se observa el área de carnes, embutidos y jugos, en el mejor de los casos solo aparece una marca.
La mayor parte de la producción de alimentos en Venezuela dependen de las Industrias Polar, el resto de los productos vienen de Colombia, y es así como se surten los anaqueles de Makro en sus diferentes sucursales, pero la guerra de micrófonos con el vecino país, entre los políticos de Venezuela y Colombia, gracias a la iniciativa del gobierno socialista que presuntamente nos representa, está generando todo este desabastecimiento, con la promesa de encontrar nuevos mercados de importación de productos en Argentina y Brasil para la dieta del venezolano, mientras tanto todos, ricos y pobres, nos comemos un cable o simplemente viviremos de ideología Marxista-leninista que el Presidente intenta imponernos a la fuerza.
Con las neveras vacías los venezolanos “no vamos pal baile”, si así es el socialismo de novios como será de casados.
Debemos recordar que nuestro Estado no pertenece al grupo de los Tres, tampoco está en la Comunidad Andina de Naciones, ni mucho menos está integrado al Merco-Sur. Estas integraciones de países le garantizaban a Venezuela intercambio comercial, con el pago mínimo de aranceles, política que cambio con el actual gobierno venezolano.Visitar las instalaciones de Makro la Yaguara resulta preocupante, porque en los últimos días ha mostrado vacios sus pasillos y anaqueles, generalmente cuando entramos a la comercializadora llevamos en mente un conjunto de productos que deseamos adquirir como parte de la dieta básica, pero si esa compra resulta infructuosa, se genera la gran preocupación, pasear por otros supermercados para intentar complementar la compra.
Pararse y observar el pasillo central, donde generalmente se agrupan paletas y bultos de mercancías desde el suelo, solo muestra a la vista el gran desabastecimiento que se intensifica con el paso de los días.
En el recorrido se puede cotejar que no aparece una lista de productos básicos como son: azúcar, leche, harina de maíz, café, aceite, margarina. Lo mismo ocurre si se observa el área de carnes, embutidos y jugos, en el mejor de los casos solo aparece una marca.
La mayor parte de la producción de alimentos en Venezuela dependen de las Industrias Polar, el resto de los productos vienen de Colombia, y es así como se surten los anaqueles de Makro en sus diferentes sucursales, pero la guerra de micrófonos con el vecino país, entre los políticos de Venezuela y Colombia, gracias a la iniciativa del gobierno socialista que presuntamente nos representa, está generando todo este desabastecimiento, con la promesa de encontrar nuevos mercados de importación de productos en Argentina y Brasil para la dieta del venezolano, mientras tanto todos, ricos y pobres, nos comemos un cable o simplemente viviremos de ideología Marxista-leninista que el Presidente intenta imponernos a la fuerza.
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