Las Primarias si se resuelven

Por: Augusto Uribe - JunquitoSite

La Mesa de la Unidad, MUD, ha rechazado radicalmente la aspiración de diversos factores de la sociedad democrática, que proponen la realización de elecciones primarias para escoger fórmulas únicas, DE LA COMUNIDAD DEMOCRÁTICA NACIONAL, que compitan con los candidatos del PSUV el próximo 26 de septiembre, en las elecciones parlamentarias.

¿Porque tan obstinada resistencia a la aplicación del método democrático por excelencia para resolver las candidaturas unitarias? Los mal llamados consensos, a través de acuerdos entre partidos han esparcido un amplio descontento en todo el país, habida cuenta de su marcado acento excluyente.

La caída en la popularidad presidencial, señalada en todas las encuestas, no decreta la derrota electoral oficialista, de manera automática. Hace falta, la sinergia total, el acoplamiento armónico, la amalgama de toda la energía democrática de la sociedad venezolana, para lograr la victoria en las elecciones parlamentarias, objetivo de trascendental importancia, para el país, así como para todos los que discrepamos del curso totalitario que se nos quiere imponer.

El Secretario Ejecutivo de la Mesa ha sentenciado, “quién no esté al lado de los acuerdos de la mesa, esta con el chavismo”. Esta insólita pretensión, es un chantaje inadmisible. ¿Qué quieren? Establecieron un reglamento, con una fecha tope para concretar los acuerdos, fecha a partir de la cual procederían las primarias. Dicha fecha expiró el pasado 30 de marzo, ¿por qué no honran su propio reglamento?

Electores Libres, Democracia Renovadora y Plataforma de Encuentro Social, tres organizaciones que acudimos a la constitución de la Mesa de Unidad Democrática, a mediados del 2009, al advertir que dicha mesa no era tal, como instancia de diálogo democrático, porque todo allí está cocinado y dispuesto, de manera nada democrática, resolvimos continuar nuestro ejercicio opositor, conjuntamente con multiplicidad de factores de la comunidad democrática venezolana. Haciendo uso de lo preceptuado en la Constitución Nacional, solicitamos al Consejo Nacional Electoral la realización de “elecciones primarias”, para promover la participación de todo el que desee contribuir con su voto, a la conformación de autenticas fórmulas electorales unitarias, surgidas de la voluntad popular, con posibilidades de vencer al oficialismo.

¿Qué pasaría ahora con las candidaturas a ser escogidas por acuerdos, si los mismos no se concretan el 30 de abril, nueva fecha anunciada por la Mesa? Si no lograron la meta establecida originalmente para el 30 de marzo, perfectamente podrían no volver a lograrla para el 30 de abril. La opción democrática frente al oficialismo, no puede quedar en el limbo, solo para complacer la visión hegemónica de cuatro partidos.

Las primarias solicitadas para el día 23 de mayo, ante el CNE, pueden ser el medio salvador de la unidad real. En ella podrían participar tanto los factores políticos que no están en la MUD, como aquellos que la integran.
La mesa ha organizado primarias para el día 25 de abril, en solo 18 de los 82 circuitos o circunscripciones electorales en las que está sub dividido el país, vale decir, en menos de una cuarta parte, bajo el falso argumento de haber logrado consensos en el resto.

Esta política hegemónica en materia electoral, que ha seguido la mesa, supone resuelto lo que no está. La Comunidad Democrática Nacional es plural, diversa y compleja, no se reduce a los factores que conforman la MUD. Excluir al resto, es un absurdo carente de sustento. ¿Por qué tanto recelo a que sea la gente quien decida las candidaturas a través de un proceso primario?

Aún queda un millón y medio de jóvenes que no se han inscrito en el REP, esto constituye una clara demostración de la falta de motivación de los nuevos votantes, de cara a las elecciones parlamentarias. Las primarias serían un estímulo a la participación, movilizarían a la sociedad democrática, en momentos en que dicha movilización es vital, cuando el gobierno arremete, día a día, con diversos atropellos al Estado de derecho, ante un país que luce acorralado y desorientado.