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miércoles, 24 de marzo de 2010

Control de Internet


Por: Andrés Cañizalez

Hay que mirar con cuidado las declaraciones oficiales de la última semana en torno al control de Internet en Venezuela. El 13 de marzo el jefe de Estado deja caer, en medio de un discurso político, que está a disgusto con una expresión libre en Internet y llama a las autoridades, al resto de poderes públicos, a que actúen para ponerle coto a lo que presenta como un territorio sin ley. Incluso saca a colación casos de otros países en los cuales hay límites para la expresión en Internet y se refiere concretamente a Alemania. Deja de lado, y no es casualidad, lo que ha significado la regulación de Internet en naciones, con las cuales –por cierto- nuestro país tiene “relaciones estratégicas”, tales como China, Cuba o Irán. En cada una de esas naciones, no hay que olvidarlo, hay personas pagando penas de prisión por el delito de acceder a Internet y enviar información u opiniones independientes al exterior.


A la declaración presidencial del sábado 13 de marzo, le siguió una semana intensa de declaraciones y refutaciones de todo tipo. Por un lado, el coro automático se encendió apenas habló el presidente, así el ministro Diosdado Cabello o la Fiscal General Luisa Ortega Díaz rápidamente expusieron la necesidad de que regulara el uso de Internet en Venezuela, y ambos abogaron por restricciones que se plasmarán en textos legales. La Fiscal fue más allá y emplazó públicamente a los parlamentarios de la Asamblea Nacional a actuar.

La posibilidad de controles por vía legislativa, es decir con la aprobación de una ley, copó buena parte del debate y hacia allí nos llevó la agenda de discusión oficial. Quedó soslayado un asunto que se ha presentado como “técnico”, cuando en realidad en los países autoritarios, léase Cuba sin ir muy lejos, tiene un manejo político, se trata del establecimiento de un punto de acceso único, administrado por el Estado. Como bien lo ha señalado Víctor Suárez, que la telefónica estatal CANTV maneje tal punto único, hacia donde ya se han dado pasos, no requiere de ninguna ley o decreto, pues justamente se trata de una decisión presuntamente administrativa, que tendría –en nuestro contexto- notables repercusiones políticas. La reciente visita del ministro cubano Ramiro Valdés, quien justamente maneja los mecanismos de censura de la Internet en Cuba, que se han facilitado justamente gracias a ese punto único de acceso controlado por el Estado, no debe soslayarse, como tampoco debe obviarse que en 2009 después de su salida de la policía política, la DISIP, el general Henry Rangel Silva estuvo de candidato a dirigir la CANTV, a cuya junta directiva finalmente se integró.


La puesta en escena se completa el domingo 21 en “Aló, Presidente”, cuando Chávez desmiente categóricamente que haya dicho lo que todos escuchamos y vimos. Pero ya no importa, al tiempo que desmentía la posibilidad de controlar Internet, lo cual seguramente estará seguido de un enfriamiento del tema, el presidente ya ponía otro tema en agenda. Sin embargo, es difícil pensar que a mediano y largo plazo el gobierno acepte convivir con una expresión libre y crítica en el ciberespacio, cuando justamente ha ido estableciendo un modelo hegemónico sobre el mundo de las comunicaciones y la información.

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