Por: JunquitoSite
Estar en Caracas se ha convertido en una "suerte de persecución", no solamente el hampa hace de las suyas con los delitos que ya son comunes, también quienes suponemos autoridades de tránsito en una "suerte de emboscada" se llevan sin el mas mínimo recato el vehículo presuntamente mal estacionado de cuanto incauto consiguen en la calle, y es que se cumple a plenitud ese dicho: “sales a la calle y te encuentras un bobo, entonces ese es tuyo”.
Es común ver estas escenas de remolque de vehículos en cualquier esquina del centro capitalino, sólo bastan 15 segundos y ya desapareció el carro que alguien estaciono, que en la mayor parte de las veces es por apenas unos minutos. La morbosidad de estos fiscalitos de transito junto a sus acompañantes grueros hacen su agosto con estos remolques para cobrar una buena tajada por aquello de: la grúa, el estacionamiento y la multa, sin contar que quienes sufren de este abuso contra su propiedad, están sujeto a robos de accesorios como reproductores, cauchos de repuesto, gato, triangulo de seguridad, en estos galpones de tierra donde esconde el vehículo remolcado hasta que el dueño dé con su paradero.
Es dramático ver como en éste caso a un venezolano taxista le llevaron su fuente de trabajo, remolcada en el descuido, observándose que no existe responsable ante el deterioro que esto eventos ocasionan al vehículo en: la caja, el sistema de frenos, el sistema de suspensión y parachoques, una vez que estos grupos investidos de autoridad deciden la acción.
Esta comprobado que los dineros por concepto de remolques no entran al fisco nacional, ni mucho menos se hace un operativo constante, por el contrario son eventos caprichosos a discrecionalidad del funcionario de turno, donde se le aplica la ley al más tonto, entonces, ¿En qué lugar de Caracas puede un conductor estacionar su carro con seguridad y respeto hacia su propiedad? ¿Cuándo se le pondrá coto a esta situación de hamponaje uniformado?
Estar en Caracas se ha convertido en una "suerte de persecución", no solamente el hampa hace de las suyas con los delitos que ya son comunes, también quienes suponemos autoridades de tránsito en una "suerte de emboscada" se llevan sin el mas mínimo recato el vehículo presuntamente mal estacionado de cuanto incauto consiguen en la calle, y es que se cumple a plenitud ese dicho: “sales a la calle y te encuentras un bobo, entonces ese es tuyo”.
Es común ver estas escenas de remolque de vehículos en cualquier esquina del centro capitalino, sólo bastan 15 segundos y ya desapareció el carro que alguien estaciono, que en la mayor parte de las veces es por apenas unos minutos. La morbosidad de estos fiscalitos de transito junto a sus acompañantes grueros hacen su agosto con estos remolques para cobrar una buena tajada por aquello de: la grúa, el estacionamiento y la multa, sin contar que quienes sufren de este abuso contra su propiedad, están sujeto a robos de accesorios como reproductores, cauchos de repuesto, gato, triangulo de seguridad, en estos galpones de tierra donde esconde el vehículo remolcado hasta que el dueño dé con su paradero.
Es dramático ver como en éste caso a un venezolano taxista le llevaron su fuente de trabajo, remolcada en el descuido, observándose que no existe responsable ante el deterioro que esto eventos ocasionan al vehículo en: la caja, el sistema de frenos, el sistema de suspensión y parachoques, una vez que estos grupos investidos de autoridad deciden la acción.
Esta comprobado que los dineros por concepto de remolques no entran al fisco nacional, ni mucho menos se hace un operativo constante, por el contrario son eventos caprichosos a discrecionalidad del funcionario de turno, donde se le aplica la ley al más tonto, entonces, ¿En qué lugar de Caracas puede un conductor estacionar su carro con seguridad y respeto hacia su propiedad? ¿Cuándo se le pondrá coto a esta situación de hamponaje uniformado?
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