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lunes, 20 de julio de 2009

¡Monte y culebra!


Por: Carolina Jaimes Branger

Cuando el visionario Rafael Bellorín Malaver comenzó en la radio en Puerto La Cruz en 1953, Venezuela era, en el estricto sentido de la frase, “monte y culebra”. Sin embargo, los ojos del señor Bellorín estaban puestos más allá del horizonte: quería hacer de su pueblo una ciudad moderna. Muchas de las más importantes edificaciones, instituciones y lugares públicos se construyeron gracias a su aporte, material o moral.

Y es que los visionarios son constructores. También son previsivos: Rafael Bellorín trató varias veces de pasar la concesión radial que obtuvo a su nombre a nombre de una compañía, y a pesar de que presentó todos los recaudos varias veces, en Conatel nunca resolvieron el trámite. Por eso hoy una empresa netamente familiar, en la que la esposa ha sido la administradora por años y los hijos todos están involucrados en el negocio, corre el riesgo a ser una de las radios “recuperadas” por el Estado venezolano, para “democratizar” la radio.

La gran pregunta es qué significa para el Gobierno “democratizar” la radio. Porque para mí, “democratizarla” sería otorgar muchas más concesiones, para que haya mucha oferta y el público libremente escoja la que más le convenga. ¿Suena lógico, no? Pero en este régimen las cosas no se rigen por la lógica.

Contradictoriamente, la fulana y cacareada “democratización” es para sacar a la gente que le resulta incómoda al Gobierno, meter a los incondicionales y evitar a toda costa que las noticias se transmitan en todo el país. Por eso quieren eliminar los circuitos. Creen que de esa manera pueden tapar el sol, creen que si no se dice es porque no existe. Creen que pueden acabar de un langanazo con la inseguridad, la ineficiencia, la corrupción.

Cuando el ministro Cabello se dio cuenta de lo impopular que resul- taba eliminar la transmisión de los eventos deportivos, salió a decir que “ésos” sí podrían transmitirse en todo el país. Y los eventos culturales también. Entonces, si se pueden transmitir los deportes y la cultura, ¿qué es lo que no quieren que se transmita?… pues ¡las noticias!

Si la Ley se aprueba y eliminan los circuitos radiales, la medida terminará siendo un boomerang en la mera frente del Gobierno. Quieren llevarnos de nuevo a la época del monte y culebra y lo que va a suceder es que se van a meter en el monte& ¡y los van a picar las culebras!

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