Un lugar de Caracas en la red

Pendiente
de lo que pasa
en El Junquito

lunes, 22 de junio de 2009

¿Peter Pan?.. ¡Peter Pun!


Por: Carolina Jaimes Branger

En Cuba eran Peter Pan. Aquí en Venezuela son Peter Pun: su vida es un “nunca jamás

No con asombro, sino con dolor, leí la noticia de la cayapa de supervisores al Instituto Educacional Juan XXIII de Valencia a raíz de una denuncia realizada en el programa de VTV “La Hojilla”.

¡Cuánta diligencia en ir a supervisar a un colegio que desde hace más de 40 años, cuando lo fundó el profesor Dimas Segovia, ha sido modelo de pedagogía, excelencia y difusión de valores! Yo considero la supervisión sana y necesaria. Pero me alarma que si para supervisar las miles de escuelas y liceos por las que desde hace años no pasa ni un triste funcionario, y que requieren, no sólo de supervisión, sino de intervención a fondo en sus infraestructuras y dedicada revisión de la calidad de sus docentes, tenga que denunciarlos Mario Silva para que el Minpopo para la educación se apersone& ¡qué cosas tiene la revolución!

Según el ministro Héctor Navarro, la campaña llamada “Vienen por nuestros hijos” tiene el único propósito de desestabilizar la gestión de gobierno, porque no está contemplado que el Estado asuma la patria potestad de los niños y adolescentes, ni activar la operación Peter Pan que expatrió niños durante los primeros años de la revolución cubana. Ojalá sea cierto.

Pero ya que el ministro está tan preocupado por la salud mental de nuestra infancia y juventud, debería hacer algo contundente para disminuir el terror que sienten tantos niños que duermen en el suelo de sus humildes viviendas por las balaceras (¡pun, pun, pun!) que ocurren a diario en las zonas en las que viven. Algo que les baje la ansiedad por los asesinados (¡pun, pun, pun!) que han visto caer como barajitas a su alrededor. Algo que les demuestre que la vida es nuestro don más preciado y no una mera circunstancia de ¡pun, pun y más pun!

Y si las vidas que vivieron los Peter Pan cubanos entristecen al señor ministro, como nos entristecen a muchos, las muertes de tantos Peter Pun venezolanos a manos del hampa desatada, desbordada e impune deberían desgarrarle el alma. La caridad empieza por casa.

En fin, a los Peter Pan cubanos los separaron de sus familias ofreciéndoles llevarlos a Neverland. No llegaron allá, pero vivieron. Algunos de ellos se han dedicado a evitar que esta tragedia se repita.

Pero nuestros Peter Pun venezola- nos mueren día a día y el Neverland es real: para ellos, la vida es lo mismo que “nunca jamás”.

No hay comentarios: