Recorriendo la carretera el Junquito a partir del kilómetro 12 hasta el pueblo, encontraremos todavía ese agradable clima de montaña, frío y con aires mucho mas puro que el que se respira en Caracas, esto se debe a la vegetación y a la altura de este sector, hasta acá todo esta muy bien, pero la basura, los huecos del pavimento y los deslizamiento de tierra son elementos que cambian y contrastan con lo que por muchos años fue un paraíso turístico. 
Finalizando el kilómetro 12 ya entrando a la conocida recta del kilómetro 13 encontraremos un promontorio de tierra y ramas de arboles de eucalipto que han permanecido por muchos meses ocupando parte de la vía subiendo.
En los kilómetros 14, 15 y 16 también pudimos encontrarnos con deslizamientos de tierra que ocupan gran parte de la vía, resultando peligroso para cualquier conductor desprevenido, quien podría colisionarse con esta cantidad de tierra y vegetación caída. Inclusive en el km 16 la señalización fue sepultada justo donde se encuentra la escuela de Sabaneta. 
Es responsabilidad de la corporación de servicios metropolitanos y de la Alcaldía Libertador velar por las buenas condiciones de la vialidad de el Junquito, para quienes habitan en esta parroquia resulta incomprensible la apatía de las autoridades municipales, principalmente la responsabilidad directa Jorge Rodríguez, quien debería darse su vueltecita por la zona e intentar gerenciar en función de sus atribuciones de Alcalde y dejar a un lado la ideología de expropiar el Sambil la Candelaria.
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