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miércoles, 10 de diciembre de 2008

Satélite Simón Bolívar presenta serios problemas operacionales


Por: Jesús Casique
El Satélite Venezolano Simón Bolívar Venesat-1 tiene serios problemas operacionales que los ingenieros chinos están tratando de solucionar, según reveló una pequeña nota en la edición del viernes del periódico South China Morning Post.

Por otro lado, la empresa china encargada de la construcción del Satélite Simón Bolívar, Corporación Industrial Gran Muralla China, desmintió el sábado en la mañana que el Satélite Simón Bolívar Venesat-1 tenga problemas operacionales, como fue reportado por el diario Hong Kong South China Morning.

Fuentes chinas han confirmado que el Satélite Simón Bolívar presenta serios problemas operacionales que tienen "corriendo" a ingenieros chinos. El satélite, que costó unos 430 millones de dólares, fue lanzado a finales de octubre.

No se conocen detalles sobre los desperfectos del satélite, y expertos en satélites tienen opiniones encontradas sobre la causa del problema, entre otras razones porque sólo un puñado de sensores se encuentran localizados en el satélite y la información que pasan al centro de control es limitada.

Los ingenieros están ansiosos porque el tiempo se les está agotando. El Simón Bolívar es un satélite de 5 toneladas lanzado desde el centro de lanzamiento Xixhang el pasado 30 de octubre (fecha en China). El satélite está en prueba y el lanzamiento oficial del servicio es en febrero de 2009.

La decisión del gobierno chino es posponer o abortar la entrega oficial del satélite, sería vista como un golpe al gobierno de Venezuela, quien se ha ufanado de mostrar al satélite como un ejemplo que países de América Latina pueden alcanzar avances tecnológicos sin la ayuda estadounidense.

Al saberse la noticia en Caracas, la ministra Socorro Hernández (Cantv) dijo, el sábado en las afueras de Miraflores, que "no puede hablarse de fallas porque el satélite todavía está en pruebas y ajustes".

De no poder resolver este problema, el ambicioso programa de diplomacia espacial china, que se encuentra en rápida expansión, se vería afectado, cuyo objetivo es cimentar relaciones económicas y políticas con países en desarrollo, especialmente los países ricos en petróleo y minerales en América Latina y Africa al permitirles entrar al "club espacial" a un precio razonable.

Ya desde finales de octubre, voceros oficiales venezolanos anunciaban que el satélite geostacionario Venesat 1, que sería lanzado un miércoles desde China, será manejado desde esta estación, situada en medio de la llanura venezolana en El Sombrero, estado Guárico y protegida por una base militar (Capt. Manuel Ríos).

Este centro de operaciones de la Agencia Bolivariana de Actividades Espaciales (ABAE) será también el puerto de salida de los servicios de telefonía, televisión digital e internet de alta velocidad que el Estado venezolano promete llevar gracias al Simón Bolívar hasta los rincones más apartados del país. Junto con una estación secundaria en el estado Bolívar, El Sombrero y su base tecnológica forman parte de una inversión de 165 millones de dólares sobre un total de 406 millones de dólares que costó este proyecto.

Los restantes 241 millones de dólares se invirtieron en la construcción del satélite, la operación de lanzamiento y la capacitación de 90 operadores en Venezuela y China, explicó Luis Holder, jefe del programa satelital.

El Simón Bolívar está situado a 36.000 km de la superficie terrestre, en la órbita hemisférica 78-Oeste, cedida por Uruguay, que hará que la señal de 1.300 megahercios (MHz) se extienda desde el sur de México hasta la mitad del territorio de Argentina y Chile.

A partir de la puesta en órbita del satélite, técnicos de la base de control como Yelitza Cabrera podrán monitorear la "salud" del aparato. "Podemos medir los niveles de voltaje, la temperatura, la humedad, la ubicación y la velocidad de la señal", explica Cabrera, rodeada de una veintena de monitores.

Esa medición, llamada de telemetría, se realiza mediante una de las nueve antenas de 13 metros de diámetro y movimiento de 360 grados plantadas frente a la fachada de la estación.

La selección del lugar no es casualidad: sin ningún monte a la redonda, en el centro de Venezuela y en un "terreno poco sísmico", según Holder.

El satélite, de 3,6 metros de altura y un peso de 5.100 kilos, transmitirá en Banca C (radio y televisión), KU (transmisión de datos e Internet de alta velocidad) y KA, que todavía no es usada por ningún satélite gubernamental en América Latina y según los operadores representa el futuro, ya que "no está saturada".

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